Respuesta de carta

 Respuesta de la Hada:

Nippur de Lagash, hijo del viento y del polvo de los caminos olvidados:

He escuchado tu ruego, que ha viajado entre montañas, mares y siglos, y ha llegado hasta el corazón del bosque donde habito. Tus palabras, cinceladas por la nostalgia y el deseo, resuenan con la fuerza de mil batallas, y sin embargo, debo negarte aquello que ansías.

No puedo revelarte el propósito de tu errancia ni el sentido oculto de tu existencia. No porque no exista, sino porque su revelación te arrebataría aquello que te hace verdaderamente humano: la búsqueda. El misterio que te envuelve es el fuego que alimenta tu andar, y develarlo sería apagar la llama que arde en tu pecho.

Tampoco puedo conducirte al umbral de mi ser. No porque no te reconozca, viajero incansable, sino porque el tiempo de los encuentros no ha llegado aún. No es este el fin de tu periplo, ni la recompensa por las cicatrices que adornan tu piel. Aún te aguardan más noches sin estrellas y más amaneceres cubiertos de dudas. El conocimiento que anhelas no se halla en mi voz, sino en el eco que dejas tras tus pasos.

Sigue andando, Nippur. No me busques en los espejos de agua ni en los cantos de las doncellas. Estoy en cada decisión que tomas, en cada herida que eliges no cerrar, en cada verdad que decides no pronunciar. Tu vida no será en vano, aun si el precio es alto. Pero las respuestas que reclamas no te serán dadas… todavía.

Con la dulzura del silencio eterno,

Ella que nunca se muestra, pero siempre ve.


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